Escrita per:Miquel
Rubio
Escrit en:13/11/2012
Cosme
Sánchez, es licenciado en Derecho jurídico y Máster en
Drogodependencias, trabaja de educador social en un centro de
día gestionado por la Comisión Ciudadana
Antisida de Bizkaia, aunque ya había trabajado anteriormente en
un trabajo similar en un centro de menores en Vitoria-Gasteiz… Es
miembro del colectivo INTERABIDE
y del colectivo de educadores sociales GIZARTE
HEZITZAILEAK ALDARRIKATU.
La #edusoentrevista que aquí transcribo, ha tenido
lugar el 13/11/2012.
Gracias Cosme por participar en nuestro proyecto, gracias por buscar ese sitio con Internet para poder conversar con nosotros durante esas dos horas…
Gracias Cosme por participar en nuestro proyecto, gracias por buscar ese sitio con Internet para poder conversar con nosotros durante esas dos horas…
- ¿Por qué estudiaste Educación Social? ¿Optabas a otras alternativas?
En la Universidad de Derecho
me interesé por el ámbito penitenciario y lo social, mi encuentro
con la Educación Social fue contingente, inesperado, estaba ahí
pero necesitaba un tiempo para mostrarse… Tiene que ver con mi
propia dificultad, con mi agujero, con mi historia, y también, claro
está, mi deseo.
- ¿Qué o quién ha hecho que te dediques a la Educación Social? ¿Por qué sigues enganchado después de tantos años?
En primer lugar mi padre, sus
ideales, su palabra, sus libros. Por otra parte mi experiencia
analítica. El tratamiento de mi malestar es lo que anima mi deseo de
tratar y conversar con la dificultad y el malestar del otro.
- ¿En qué consisten tus trabajos?
En dar la palabra, crear
espacios donde poder escuchar al otro, en palabras de José Ramón
Ubieto. Hace poco escribía en Interabide: el dilema al cual nos
enfrentamos es decidir entre escuchar el sufrimiento del otro… o
evaluarlo en silencio. O bien Escuchas… o bien Evalúas, esta
es la cosa.
- ¿Podrías cualificar tu trabajo? ¿Cómo lo valoras?
Ser contemporáneo implica
meterse con lo tenebroso de nuestros tiempos, las personas
necesitamos a un otro. En el campo de la desinserción social, se
trataría pues de poder abrir un territorio de pensamiento sobre
aquella dificultad del sujeto que se presenta como una incógnita,
algo que se muestra inefable, indescifrable.
- ¿Qué parte es la que más te motiva? ¿Y la qué menos?
El encuentro particular, el
caso por caso, la singularidad radical de cada uno. la emergencia de
un saber que está por venir en el tratamiento de las problemáticas
emergentes de cada uno. Por contra, tenemos el furor evaluador de la
Nueva Gestión Pública, desconfiada, burocrática, que borra toda
subjetividad.
- ¿Qué se exige o qué se espera de un profesional de la Educación Social?
Que sea capaz de acoger la
particularidad, que sea cuidadoso en su trabajo, que tome muy en
serio el malestar y la dificultad de aquellos con los que habla, que
la persona en su complejidad pueda orientar nuestro trabajo sobre los
otros. Esto es lo que yo espero de aquellos que se autorizan a
ejercer esta artesanía de la ES.
- ¿Qué metodología usas en tu día a día, en tu tarea profesional?
Mas que una metodología se
trataría de una ética, un hacer cuidadoso donde la palabra
representa al sujeto donde el lugar de la escucha tiene un peso.
Estamos atravesados por lo simbólico de nuestra relación con el
lenguaje, nos inscribimos en él, y en él encontramos los
significantes de nuestra existencia, nuestro lugar.
- Tu forma de trabajar, ¿deriva de aquello que has aprendido académicamente o se trata de aprendizaje personal?
Ambas. La formación es
fundamental, si uno la deja se hace mierda. En mi caso se trata de
poder pensar para esto la escritura me resulta fundamental, me
permite sostener un corte, una hiancia, un tiempo para pensar de cara
a sostener cierta posición de no saber, de búsqueda, el amor por la
pregunta. Abrir el campo del Otro.
- ¿Desarrollas propuestas innovadoras o ya está todo prediseñado?
Es necesario, pues, atender a
las subjetividades de nuestra época. El trabajo de interxarxes
(Ubieto) desarrollado en el distrito de Horta Guinardo, Barcelona, da
cuenta de esto: la construcción del caso en red.
- ¿Cuáles son las principales dificultades en la Educación Social para desarrollar propuestas innovadoras?
El miedo y la desconfianza,
las prácticas monitorizadas que dominan la profesión y, como
consecuencia, la destitución del acto y el juicio de los
profesionales, esto nos coloca en un lugar complicado. Tenemos que
romper con el aislamiento al que se nos han condenado, trabajar unos
con otros, tomar la palabra.
- Pero… ¿y los mayores éxitos conseguidos por usar propuestas innovadoras?
Lo nuevo debe poder tener un
lugar en nuestra profesión, por otra parte no conviene confundir
tecnología con innovación. Quizás podamos hablar de ser sensibles
a lo contemporáneo y a las nuevas formas de entender el lazo social
en la postmodernidad.
- Si hubieras de cambiar de ámbito profesional, ¿hacía cual te decantarías? ¿Por qué?
En estos tiempos conviene ser
flexible y adaptarse, esto es complicado para mí, pero a veces otros
deciden… Uno no siempre elige aquello que le conviene, me gustaría
poder seguir dedicándome siempre a “esto”… una profesión
curiosa la nuestra, una elección muy particular, cada uno deberemos
dar cuenta de esta elección
Son territorios y expresiones
de nuestra época, donde la imagen y la palabra tienen su
importancia. Eso sí, también pueden ser expresión de la inmediatez
más banal y la desconexión mas mortífera. Aislados… pero
conectados. Hay usos muy interesantes en las TICs, habrá que pensar
sobre sus efectos…
- ¿Se puede hacer uso desde la Educación Social? ¿Cómo?
No somos enemigos de las
nuevas tecnologías. Pueden ser un lugar para la conversación y la
deliberación, como ahora, la palabra escrita tiene un lugar en las
redes sociales, podemos poner esto en juego, entre otras cosas.
- ¿Con qué te quedas hasta ahora de tu experiencia profesional?
La cuestión de la pregunta
resulta estructurante, aquello que no sabemos. Abrir una dimensión a
la pregunta sobre aquello que permanece velado, oculto, tanto para
nosotros como para la persona a la que acompañamos. Acompañar a que
el sujeto enuncie su dificultad, su no saber sobre sí mismo.
- ¿Qué ocasión, hecho, persona, anécdota,… tienes más presente?
El suicidio de una de las
personas que atendíamos, esto, no puedo quitármelo de la cabeza.
- Cuándo te dicen, “Educación Social, ¿eso qué es? ¿eso para qué sirve?” ¿qué les contestas?
Jeje,… en cualquier caso no
se trata de un objeto de consumo, algo estrictamente utilitarista.
Para mi tiene un sentido, una ética, una responsabilidad pero ¿Quién
soy yo para convencer al otro? En todo caso, no lo pienso en términos
de eficacia, se trata de otra cosa. Yo soy el otro decia Rimbaud.
En un caso al que me refería
antes, pude haber hecho “otra cosa”, y quizás aquella persona
hubiera podido elegir “otra cosa.” Los errores son fundamentales
en este trabajo, tienen que tener su lugar y su función, es como el
lapsus y los equívocos, uno debe estar en falta para poder pensar.
- ¿Qué quieres que le preguntemos al próximo/a entrevistado/a?
Le preguntaría por algún
libro, publicación, película… ¿Podrías recomendarnos algún
texto que te haya gustado especialmente? ayer vi Elefant, de Van
Sant, una delicia, las adolescencias.
- Y por último… ¿algún comentario dirigido a aquellos/as que estamos estudiando Educación Social actualmente?
¡Claro! os recomendaría la
imprescindible lectura de Ubieto “La construcción del caso en red”
UOC, es un texto ideal para la universidad, conjuga el saber de su
práctica con el rigor académico, pero sobretodo es algo nuevo,
fresco, y con un punto ético fundamental, el sujeto en el centro de
la red. ¡Fantástico!
Muy buena entrevista, buenas preguntas e interesantes respuestas. Y ya se te ve contento en la foto!!!.
ResponderEliminarJajaaa!! Me suena el tipo de la foto. En una entrevista por twitter hay que ser muy claro y no irse por las ramas... Un abrazo! Cosme
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