domingo, 11 de noviembre de 2012

“SI NO SE PUEDE ENTRAR POR LA PUERTA, HAY QUE INTENTARLO POR LA VENTANA”

 

 
Esta es una de las frases que he oído esta semana, y realmente hay mucha razón en ella.
Todos/as sabemos lo difícil que resulta nuestro trabajo, pero mucho más difícil les resulta a las/os verdaderas/os protagonistas de las historias, de las vidas en las que, generalmente, nos dejan participar.
Irrumpimos en la vida de las personas; “de repente”, y en un espacio muy corto de tiempo, de la noche a la mañana tenemos y pretendemos estar al tanto de sus dificultades y de las potencialidades de todas esas personas para poder acompañarles en un proceso bastante complejo de aprendizaje y cambio.
“Aprendizaje” y “cambio”. Dos palabras que por lo menos a mi, me resultan difíciles de encajar, sobre todo en ese “espacio corto de tiempo”; y mucho mas cuando uno de nuestros criterios educativos para encarar el proceso es el “vinculo” hacia las personas, conocerlas a ellas y a su entorno y que nos conozcan es, uno de los primeros pasos que va a marcar el camino a seguir.
Realmente creo en lo que hago y por eso seguire intentándolo una y otra vez, entrando por puertas, ventanas o derribando muros. Pero no se le puede olvidar a nadie que trabajamos con personas, y que son estas y su realidad las que han de marcan el ritmo y de ninguna manera hemos de prentender que manuales y protocolos, que no se ajustan a la realidad, sean los protagonistas de nuestra tarea educativa.

1 comentario:

  1. Excelente texto: "Pero no se le puede olvidar a nadie que trabajamos con personas, y que son estas y su realidad las que han de marcan el ritmo y de ninguna manera hemos de prentender que manuales y protocolos, que no se ajustan a la realidad, sean los protagonistas de nuestra tarea educativa." Cosme

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