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EDUCADORES Y EDUCADORAS SOCIALES PRESCINDIBLES

No sé si me preocupa más la intención de suprimir el equipo de intervención socioeducativa de Zornotza , o las alternativas aducidas por los responsables del consistorio, para seguir atendiendo a las personas del servicio , esto es, las trabajadoras sociales ahora que como ya no gestionan las ayudas económicas  pueden asumir estas competencias ¿¿???? con la ayuda de la psicológa ¿¿???.

Así, de pronto me vienen algunas cosas a la cabeza:

Las trabajadoras sociales, han realizado toda una formación, una diplomatura (ahora grado) para dedicarse a la gestión de ayudas económicas? y siendo que finalmente estas desaparecen ya no tienen , dentro de sus funciones y competencias otra tarea a realizar dentro del campo social ¿¿??? , desde luego no creo que tenga que ser  yo quién formule y reformule su trabajo , competencias y espacios en el campo social.

Flaco favor para los y las profesionales de Trabajo Social. 

Me retrotrae a  tiempos no muy lejanos, en que cualquier persona , con  una profesión o no cualquiera, podía hacer las funciones y desempeñar las competencias de los y las educadores sociales. Así que compañeros y compañeras , parece que tenemos que seguir explicando y justificando nuestro trabajo , por los siglos de los siglos...... amén.   

Por otra parte tenemos una ley de servicios sociales aprobada que se está desarrollando a través de la carta de servicios y al mapa de servicios que aunque no aprobados, están en sus últimas fases. 

En todas ellas, los y las educadoras sociales están presentes formando equipos interdisciplinares en los servicios sociales de base ( formados como mínimo por trabajadores sociales y educadores/as sociales ) y no solo como hasta la fecha los educadores están adscritos a un programa ( menores y familia ), sino en los propios Servicios Sociales en atención a toda la población .  

Entiendo que en este caso, se vulnera la propia ley.

Bueno, veremos como acaba esto, pero pueden ser un precedente grave para todos y todas nosotras y al final , parece que lo que menos importa son las gentes a quienes acompañamos en su vida cotidiana. Una buena crisis, lo justifica todo.

Educadora social indignada y cansada de tanta estupidez.