martes, 24 de marzo de 2015

LOS CORSÉS , NOS IMPIDEN PARTICIPAR EN LAS VIDAS QUE ACOMPAÑAMOS







Cuando a menudo me han preguntado mi familia, amigas...., en que consistía mi trabajo, la manera más sencilla y real de contestar ha sido "acompañar a las personas, familias,grupos en su vida cotidiana para mejorar su calidad de vida" . Es una respuesta simple que podríamos enriquecer ampliamente.

Sin embargo, lo que quiero resaltar es lo que hace referencia a la vida cotidiana .

Acompañar en la vida cotidiana a las personas, o al menos en algunas de sus facetas, requiere cierta flexibilidad  no solo en la intervención, sino en algo tan simple como son  los horarios. No somos funcionarixs, basamos nuestro trabajo en la relación, en el vínculo, en la presencia, escucha.... y esto requiere cierta predisposiciòn para estar cuando hay que estar : a la hora de comer.... a las salidas de los trabajos....., acompañar a citas o gestiones varias .

 normalmente no ha habido problemas para que lxs educadorxes hayamos ido haciendo "cintura" para adaptarnos a las necesidades de las personas , los procesos y los horarios  ( casi siempre más por exceso que por defecto). Bien es verdad que poco a poco estos horarios, inicialmente muy abiertos,  se han ido regularizando porque lxs educadorxs también tenemos vida propia, familia, y es necesario adecuar y ajustar horarios, pero siempre teniendo en cuenta esta flexibilidad necesaria.

Por eso, no solamente no entiendo sino que además me enfada sobremanera, cuando por exigencias de contrato de la entidad con la administración , las tardes que trabajamos , si o si , han de ser hasta la 8 y además , si o si, hemos de trabajar al menos un viernes por mes, dependiendo del número de trabajadorxs,  también hasta las 8.

En más de una ocasión cuando por la actividad , el proceso, la necesidad en la intervención lo han requerido hemos trabajado hasta esas horas , incluidos viernes , sábados....., pero no porque sí , sino porque la intervención individual, grupal o lo que fuera, así lo requería.

¿somos un servicio de urgencia? no ; somos un servicio de atención a público?no  ¿entonces?

Algunas reflexiones a las que me lleva esta situación 
  •  Tengo hipotecadas  unas cuantas horas porque sí, por exigencias de contrato, sin flexibilización posible , que evidentemente las tengo que quitar de  momentos requeridos y necesarios de la intervención .
  • Un viernes a las 7,30 las familias están en sus casas, descansando, los y las niñas también y los adolescentes y jóvenes disfrutando ya del fin de semana. Puede que haya alguna actividad programada , esta actividad se va a realizar , como siempre se ha hecho. 
  • Un viernes a las 7,30 sin una actividad concreta, yo, personalmente " me voy arrastrando cuál babosa". 
  • Si esto es así, sin posibilidad de modificar, ni variar, me lleva a decidir que no flexibilizaré en ninguna franja horaria, por ejemplo en la hora de comida, habitual para poder ver a toda la familia o a los adultos porque es el único momento libre, o a las 8 de un día cualquiera cuando salen del trabajo, o a las 8,30 de la mañana porque hay que acompañar a alguna gestión o hay alguna reunión de coordinación.(si están fuera de mi horario establecido)..., es decir si no existe la posibilidad de flexibilizar en unos márgenes tampoco en otros. Si  hemos de atenernos a unos horarios cerrados, pues lo hacemos. Ahora bien, quién sale perjudicado con estas medidas? evidentemente los y las ususarixs ¿A alguién de importa esto? me temo que no. Me adecuo a mi horario y no me salgo un ápice , osea, nos convertimos en funcionarios y funcionarias, sin serlo claro.

Y por otra parte, ¿dónde quedan esas cosas que oímos a menudo de la conciliación familiar? ¿cuidados a los y las trabajadoras para motivar, alentar la calidad del trabajo, máxime cuando, como en nuestro caso, somos profesionales en que nuestra herramienta de trabajo somos nosotros y nosotras mismas que hemos de cuidar para poder acompañar a personas en contextos a veces muy difíciles, si no tenemos flexibilidad para atender adecuadamente las necesidades de las intervenciones (no olvidemos, siempre distintas) y además cuidarnos nosotros y nosotras?.

Enfín! llevo trabajando muchos años en una profesión para mí vocacional , elegida , me gusta, me sigue gustando, me sigue retando cada vez, pero de verdad con estas tonterías que cada vez nos "encorsetan" más y más , en un afán de controlar cada vez más todo y a todos, no sé que pensar.....

Inés - Educadora Social  (cada vez más cabreada)

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