No
es habitual, en la actualidad asistencial, el trabajo de construcción
de casos.
No
obstante, pensamos que la metodología
de la construcción de casos
nos aporta la mejor
manera
de realizar un acompañamiento social efectivo y satisfactorio para
las personas que atendemos.
Construir
un caso va más allá de rellenar un expediente o de atender bien a
una persona. Ha
de poner en juego el saber
del sujeto,
sus propias invenciones, con el saber
del profesional.
En
primera instancia atenderemos a lo que sabemos del sujeto, a sus
propias invenciones, su historia personal, lo que quiere, lo que le
funciona o le ha funcionado en el pasado, aquellos acontecimientos de
su vida que le han hecho conducirse de determinada manera… pudiendo
de esta manera recortar
algunos de los significantes que han marcado su historia personal,
haciendo un ejercicio de reducción y de recorte.
En
esta misma lógica deberemos pues poder articular un lugar y un
espacio para alojar lo que los diferentes profesionales y agentes
sociales puedan aportar al caso: lo
que cada una de nosotras, desde nuestro lugar y desde nuestras
hipótesis, podemos aportar al caso.
De manera que podamos encontrar cierta orientación en el caso, que
nos permita apoyar y acompañar de la mejor manera posible a la
persona en su proceso de incorporación social.
Para
ello parece imprescindible contar
con la supervisión de un agente externo,
capaz de orientar el caso, sosteniendo una posición de no saber, y
al mismo tiempo contribuir a que la conversación sea productiva y no
un simple bla, bla, bla.
La
construcción del caso es individualizada,
uno
por uno.
Y se basa en la conversación
entre los profesionales que atienden un caso en común. A su vez, se
basa en la interdisciplinariedad
y en la perspectiva comunitaria,
así como en la conversación con otros agentes de la red (Salud
Mental, toxicomanías, Servicios Sociales y Sanitarios).
Se
trata de construir un dispositivo de corte antitotalitario,
en el sentido de que no hay un saber que sea más importante que
otro, cada agente podrá aportar su mirada particular y sus
interrogantes sobre el caso.
Construir
un caso es extraer una orientación,
encontrar una brújula.
Construir
un caso implica, frente a la inmediatez de los actos profesionales,
poder
pensar:
crear un tiempo para pensar en la persona, distanciándonos de la
urgencia del acto irracional de un profesional.
Construir
un caso es atender a la particularidad
del sujeto.
Construir
un caso es la mejor manera de acompañar a una persona.
La
construcción del caso nos permite dedicarnos a aquello para lo que
elegimos esta profesión.
Encontrar una orientación eficaz en el trabajo con el otro, eso sí,
caso por caso, uno por uno, atendiendo a la particularidad y a las
invenciones de cada persona.
Cosme
Aldarrikatu
palabras claves "trabajo en red". Las palabras engañan y eso hace que en los contextos profesionales en que nos movemos se habla habitualmente del trabajo en red como si fuese una práctica habitual y mi experiencia es que no solamente no trabajamos en red (las escepciones confirman la regla), sino que me atrevería a asegurar que no sabemos lo que significa trabajar en red. Gracias Cosme por tus reflexiones y aprovecho para insistir y recomendar una vez más el libro de José Ramón Ubieto " La construcción del caso en el trabajo en red"- Inés
ResponderEliminarExactamente Inés. Es imprescindible pensar en las maniobras necesarias para incorporar a nuestro trabajo la conversación inter-servicios, en red, entre-profesionales. Ya que en la actualidad asistencial no existe, salvo excepciones, un "verdadero" trabajo en red. Gracias por tus palabras y con ganas de que nos veamos pronto para trabajar juntos, en red. Cosme
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